miércoles, 28 de marzo de 2012

Llama Obispo de Zamora a vivir con intensidad la Semana Santa

Zamora, Michoacán.- La Iglesia Católica llamó a los fieles a practicar en este tiempo de la Cuaresma en forma más intensa la oración y los signos penitenciales apropiados como son: el ayuno, la abstinencia y las obras buenas, especialmente la limosna y la caridad para con los más necesitados.
En conferencia de prensa, el Obispo Javier Navarro Rodríguez recordó que con el Miércoles de Ceniza, se dio inicio al tiempo de la Cuaresma que tiene como propósito prepararse para participar durante la Semana Santa en la celebración de la pasión, muerte y resurrección del Señor.


Precisó que en medio del pluralismo en que vivimos, del indiferentismo religioso, del relativismo de los valores, es indispensable que los cristianos se esfuercen por vivir y dar testimonio de aquello que es lo esencial, el corazón de nuestra fe católica: el amor.
Estamos viviendo cambios culturales y sociales que tienden a borrar la línea divisoria entre el bien y el mal, creando una confusión muy grande y provocando hechos lamentables, como si no hubiera un orden moral objetivo que debe ser reconocido y respetado por todos para poder vivir en paz y dijo que la elección del bien sin reservas, debe ser una de las opciones fundamentales de los cristianos y nos debemos comprometer a vencer el mal con el bien.
El prelado dijo que aunque en apariencia cada año sea igual, la realidad es que cada año tiene sus circunstancias especiales y sus acontecimientos particulares. Este año, dijo, no es la excepción, en varios órdenes de la vida estamos viviendo situaciones, algunas que nos llenan de esperanza y otras de preocupación.
Fue claro al expresar que tanto unas como otras se deben afrontar como una oportunidad que el Señor nos da de esforzarnos por ser buenos cristianos y buenos ciudadanos.
Navarro Rodríguez, expresó que la Cuaresma nos invita a fijar nuestra atención en los demás y a emprender acciones de solidaridad muy concretas a favor de los que más sufren, como son las víctimas de la violencia, los niños de la calle, ancianos y pobres de las ciudades y barrios.
Señaló que todos estos signos de la cuaresma y Semana Santa, para ser verdaderos y auténticos, deben estar sustentados por una verdadera conversión del corazón, por una coherencia entre la fe y la vida y por el testimonio de un compromiso sincero para mejorar el mundo en que vivimos.
Finalmente, dijo que los cristianos “no podemos quedarnos en la mediocridad espiritual, tenemos que aspirar a un alto grado en la vida cristiana, a poner al servicio de los demás los talentos que se nos han confiado, a alcanzar la plenitud del amor y de las buenas obras y a vivir la reciprocidad que nos hace solidarios en hacer el bien y en luchar contra el mal y que es un fruto que brota de la Eucaristía, donde nos hacemos miembros los unos de los otros.


José Perales Mendoza

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